Thursday, December 5, 2013

Callejón con salida


Friday, November 29, 2013

Chico Wolfe at the library

The keyboard has been idling for several minutes. A hyaline reflection of his double chin, fading in and out, on the screen, replicates the displacement of dreary clouds filtered through the skylight of the reading room. Chico Wolfe has been trying to glue together the shards of a recent episode in his life, which involves a lollipop and the hissing at it of a gray cat; but his mind wanders to a photo pervaded with darkness, a puddle of blood mirroring the darkness, and a hat by the puddle, in a book by Harry Benson. It’s barely past noon.

Sunday, November 17, 2013

Crane and Cables


Article 694

The Central Government and each of its dependencies will respect the privacy of your problems as long as these remain yours. Making your problems ours is a crime punishable by law.

Monday, November 11, 2013

Notas emboscadas

Lágrimas y lágrimas, desengaños, engaños nuevos, renovados desengaños. Enjambres de súbitos pastores (y pastoras) no curtidos para los apriscos incultos, que confían al monte sus despechos, que en el monte sufren y sollozan sin cesar y sin mengua de sus bellos atributos (son montes edénicos, con río, desprovistos de alimañas, calores y nevadas, polvo y lodazales). Pastores (y pastoras) que no mucho antes moraban en la “principal y antigua ciudad de León”. Refinados pastores (y pastoras) a quienes ha reunido el azar infalible; que leen y releen sus cartas de amor con inalterable frenesí; que cantan la pérdida de sus amadas (y amados) al son de rabeles y zampoñas. Hordas de pastores (y pastoras) acogotados de suspiros, que en el mismo monte recitan sonetos bien escandidos, y, en recitando, se juran más solos que Sirio.

Saturday, November 9, 2013

Lecturas fragmentarias

Abro el libro al azar; página 190. Empiezo a leer. “5 December 1982. Invited to dinner by Madame Yourcenar and Jerry, just the three of us at the Takanawa ―sole for her, abalone for him, steak for me”. Alguien irrumpe a la mesa a mis espaldas: el cataplum de un bulto muerto cayendo encima de la mesa, el chirrido de una silla, tramitan la ocupación. Cada movimiento suyo (puedo verlo conforme voy por mi café recién anunciado) se regodea en un énfasis de jugador de fútbol americano zigzagueando solitario entre moles de aire. Cada ruidito que profiere (de nuevo a mis espaldas) es más aparatoso de lo que uno juzgaría necesario para sacar municiones y demás pertrechos de su mochila; colocar el conjunto sobre la mesa, articularlo, y largarse en un desaforado clic, clic, clic, ráfagas de clics de ratón.

Wednesday, September 4, 2013

Monday, September 2, 2013

Los amigos


Sunday, September 1, 2013

Mar azul


Velero azul


Barco quieto






Monday, July 29, 2013

Pedacito de un girasol


Wednesday, July 24, 2013

Una foto de invierno


Friday, July 19, 2013

A Bike Race, 2


A Bike Race


Tuesday, July 9, 2013

At the P-Patch

  

A Chessboard


Monday, July 1, 2013

Tres momentos beisboleros




Tuesday, June 25, 2013

Monday, June 24, 2013

Sunday, June 23, 2013

Chico Wolfe ante una taza de chocolate

Para explicarse su propia madurez, para concurrir con el caracol, con el helecho, la tarde estival y las grullas que ya se han recogido esa tarde, Chico Wolfe escruta el limbo de una pared desnuda. Monologa más o menos en los siguientes términos:

"
Cuando se despliega un mapa, que la sensatez aconseja no olvidar, en una ciudad desconocida, las inscripciones allí adolecen de una forma vacua de elocuencia. Yo sueño con mapas donde bullan trazos de derroteros por venir que se confundan con el laberinto de derroteros ya cumplidos.

"Sé que mi permanencia es centrífuga, que el centro es un referente arbitrario. Las circunstancias me impelen una geometría accidental y elaborada. Tal geometría acoge visiones que emulan la fugacidad de una estela; sobrenombres que perpetúan las peculiaridades de la nariz; rasgos que acentúan la propensión magnética de las cejas; datos que enumeran la sucesión de empréstitos en que he incurrido deliberadamente (o no). Fui pequeñito; como a muchos, también pequeñitos, con diminutivos me celebraban los pasos que daba, las sílabas que iban desanudándose a flor de labios. Menos celebrado fue mi arribo a una imitación de adultez en que padecía penosas estrecheces. Los diminutivos son tan elásticos como un par de zapatos de cuero".

Mientras así monologa, un mosquito se ahoga en el chocolate, que se ha enfriado.




Saturday, June 15, 2013

Piedras al mar


Tuesday, April 2, 2013

Flor silvestre


Las prisas del Sr. Petirrojo


Wednesday, March 27, 2013

Cosas de narciso


Friday, March 15, 2013

Camina, no corras


Tuesday, March 12, 2013

Casi, casi primavera


Sunday, March 10, 2013

Hansel y Gretel


Thursday, March 7, 2013

Espigas


Friday, February 22, 2013

Árboles del vecindario


Friday, February 15, 2013

Una más de playa


Thursday, February 14, 2013

Escenas de la playa





Wednesday, February 13, 2013

Árbol de luces


Monday, February 11, 2013

Snowbirds Sunbathing


Monday, January 21, 2013

En la carretera







Friday, January 18, 2013

Anaranjados


Follaje


Thursday, January 17, 2013

Las formas del juego


Thursday, January 10, 2013

Chico y la mariposa de Chuan Tzu

Chico Wolfe cavila. Ha estado tratando (en vano aún) de acopiar la totalidad de sus olvidos. Si bien le interesan las huellas que dejan las cosas, y cuanto las preserva, se abstiene de someter las cenizas de todo lo vivido al microscopio de doctrinas necesariamente referenciales: sería erróneo, sostiene, confeccionar una taxonomía de olvidos que procedan de evidencias, pues éstas, a lo sumo, no son más definitorias que volubles. Busca lo esfumado, sin redes de atrapar mariposas.

Tuesday, January 8, 2013

Visiones de Chico

Chico Wolfe sale a caminar a la hora en que su sombra se le medio asoma debajo de los pies, la hora en que el aire tiembla y los charcos ilusorios huyen sin cesar del pavimento, como tentando a Chico a que los siga. Atraviesa un solar al que, salvo dos boquetes en dos esquinas adyacentes, circundan vestigios de una cerca. Sobre el alambre añoso de la cerca ralea el monte color de sequía. Cierra los ojos: cuenta treinta y nueve pasos sin abrirlos. Nomás los abre (al paso cuarenta y dos), un fogonazo lo enceguece. Se marea momentáneamente, da un traspiés, pero sigue caminando. Mira entretanto al cielo, las manos haciendo de visera. Los ojos le lagrimean. Ve primero puntitos fosforescentes que flotan contra un fondo parduzco; ve luego las barbas de los cirros (y puntitos flotando), y ve también una bandada de loros (y puntitos flotando). Chico llama a este último modo de desatención del camino su ceguera celestial

Detrás de los ventanales, allá lejos, un avión de caza deja una cicatriz en el cielo. 
Aquel solar, más reinventado que recordado, se le desvanece. Aquí reflexiona, pero de sus reflexiones no se sabe nada.

Thursday, January 3, 2013

Wednesday, January 2, 2013

Chez Jack