El tedio tienta con ensueños de falsos paraísos. Allí medra el bucare, sobre cuyo tronco se enrosca la malanga. Allí llegan los amigotes díscolos, con sus charangas y rancheras, a sonsacarlo a uno. Con ellos, vagabundeando sin dios ni ley ni Santa María, se va al río, criadero de mosquitos certeros, y luego a la playa donde el sol raja el cráneo y hay que guarecerse bajo un tendal de palma. Entre partidas de dominó se aplaca la sed a punta de mucha cerveza, y el hambre con bocachica sin espinas, y yuca.
Hasta quedarse dormido, y hasta roncar, en un chinchorro.
Llevo mangos pintones a cambio de risotto y mermelada de limón y jengibre. Tienes chinchorro? ynwia (youknowwhoiam)
ReplyDeleteHola, Idnywyabhash,
ReplyDeleteGracias por venir por estos lados. Tengo el chinchorro, pero no puedo colgarlo donde vivo, y en cualquier momento puedo hacer la mermelada y el risotto.
Vamos a negociar, pues,
Avilio