Saturday, August 8, 2009

Lunch Poems: Robert Hass

2 comments:

  1. Aquí en Costa Rica el Minsterio de Cultura empezó a realizar los lunes conciertos al mediodía, a 500 colones (menos de un dólar). Eso ya es una esperanza. Ojalá algún día podamos tener en todas las universidades, en todos los centros culturales y demás, activiades de todo tipo: recitales, conciertos, exposiciones, charlas, performances, etc.

    Y bueno, ayer en Puriscal dos tontos poetas le leyeron al viento en el quiosco del parque, jaja. Era la primera vez que en ese pueblo había una actividad así. Y creo que será la útima.

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  2. Ojalá, Gustavo. Menos de un dólar suena muy razonable cuando no se está en Afganistán. A nosotros, como habrás notado por mi tardanza en responderte, estas últimas semanas no nos han dejado respiro: La fierecilla domada y Ricardo III en el parque (donde se paga lo que se puede), y Othello en el teatro (conseguí dos excelentes boletos a cambio de hora y media de repartir tarjetas y portavasos para promocionar la producción). Ahora, el culebrón wagneriano Der Ring des Nibelungen, cuya tercera, y penúltima parte, Siegfried, dan esta noche: De seis a once. Este último domingo madrugamos para hacer cola para comprar los boletos del ciclo entero --sólo que toca verla de pie. Son escasísimos e infinitamente menos caros (los precios por asiento van de algo así como seiscientos dólares a algo así como dos mil, por el ciclo entero). Por suerte, hasta ahora hemos encontrado dónde sentarnos, y muy bien ubicados --hay que esperar hasta el último minuto, sin embargo: momentos de gran tensión que preparan para ese cóctel teutónico.

    Puriscal me recuerda el pueblo de mi padre, Valparaíso de Las Piedras. Un amigo suyo de infancia, poeta, ya difunto, quiso donar su estupenda biblioteca al pueblo. Son tan quedados que, por supuesto, al cabo, porque entrañaba cierto esfuerzo, decidieron no aceptarla. Los del pueblo de más arriba, hábiles según entiendo para las artes de la amenaza y la venganza, amén de astutos en los negocios, aprovecharon la circunstacia para quedarse con los libros del poeta --hasta que se enteraron de que los libros no eran nuevos. Entonces, no.

    Ese día de Puriscal, de dos poetas leyendo al viento merece un poema.

    Saludos.

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